¿Alguna vez te preguntaste por qué tener una hermana mayor puede ser el mejor regalo del mundo? A continuación compartimos algunas razones para que puedas averiguarlo.
Con ella aprenderás miles de cosas
Durante la infancia la hermana mayor para muchos es sinónimo de compañerismo, protección y claro: aprendizaje. Con ella se suelen aprender los primeros juegos y palabras y la relación que se construye contribuye al desarrollo no sólo del lenguaje sino también del pensamiento.
Tu mejor compañera de juegos
Las hermanas mayores son una de las mejores amigas para jugar. Siempre están allí, a nuestro alcance.
Te explica todo aquello que quieres saber
Ya sea por convencimiento o por experiencia, una hermana mayor siempre puede dar respuesta a aquellos interrogantes que nos pueden surgir. Desde lo más trivial a lo más razonable, en ella siempre obtendremos una respuesta.
Te enseña a resolver problemas
Los hermanos pelean un montón. Sin embargo es la oportunidad de arreglar las cosas en lugar de irse enojado.
Protección asegurada
Una hermana mayor siempre te protegerá del peligro y te ayudará en lo que precises.
¿Quién sino ella te dará los mejores consejos?
Las hermanas mayores suelen dar distintos tipos de consejos que permiten el paso por la adolescencia mucho más llevadero. Ten en cuenta sus consejos.
Un persona en la que puedes confiar
Con tu hermana puedes contar en todo momento. Ya sea que estés a miles de kilómetros siempre estará contigo.
Una guía durante tu etapa escolar
Cuando ingresas al colegio secundario, tu hermana será guía en esos primeros pasos. No sólo te acompañará a la escuela y te mostrará todos sus sectores sino que también te podrá con la tarea.
Nadie mejor que ella para guardar tus secretos
Amiga incondicional, mantiene la boca cerrada cuando quizás te vio en un baile.
Te enseña a compartir
Con tu hermana es con la primera persona que aprendes a compartir. Juguetes, juegos, espacios favorecen la construcción de vínculos y relaciones fraternales.